Buenos días.

En primer lugar, permítanme agradecerle a mi colega, el Sr. Mario Iguaran. Gracias, Sr. Fiscal General, por su tiempo esta mañana.

Damas y caballeros, es un privilegio representar al presidente Bush y al pueblo de los Estados Unidos en esta importante visita a Colombia.

Deseo expresar el reconocimiento de los Estados Unidos al liderazgo ininterrumpido del presidente Uribe y al ejemplo que le brinda a los líderes del mundo que comparten su compromiso de combatir el terrorismo y el tráfico de drogas. Estoy también profundamente agradecido al pueblo colombiano por su amable hospitalidad.

Durante los últimos años, nuestras naciones han creado lazos cada vez más fuertes. Creo que Colombia y Estados Unidos nunca han estado tan unidos, y nunca hemos logrado tantas cosas juntos en un período de tiempo tan corto.

Es fácil entender por qué.

Nuestros países están unidos por el amor compartido por la libertad, y nuestra amistad sigue creciendo en nuestra lucha común contra el terrorismo.

Tanto el pueblo de Colombia como el de Estados Unidos han experimentado las consecuencias trágicas y mortales del odio del terrorismo. Lo que es más importante, las dos naciones han convertido el dolor y el sufrimiento en acciones legítimas para construir un mundo más seguro para nuestros hijos.

Este viaje constituye otro paso en nuestra asociación histórica. Ha contribuido a que los lazos entre nuestros países sean mejores y más fuertes. Ha reafirmado nuestro compromiso con la paz y la prosperidad.

Como resultado de nuestro trabajo y de estas reuniones, hemos podido discutir con honestidad y franqueza nuestras preocupaciones e incluso nuestras diferencias. Es más, hemos podido enfrentar los desafíos y encontrar soluciones juntos.

Al igual que el presidente Bush, creo que Colombia se ha convertido en una guía para el mundo, al mostrar el tipo de progreso que las naciones pueden lograr en la lucha contra la corrupción, la injusticia y el terrorismo. Ustedes han demostrado que las personas libres pueden fijar el curso de la historia contra las fuerzas de la avaricia y el odio extremista.

Ya hace años que, en Colombia, los líderes elegidos y los servidores públicos -policía, fiscales y jueces- vienen sacrificando su tiempo y, a veces, sus vidas para construir un sistema judicial mejor para el pueblo. En este momento, Colombia está dando pasos históricos en la transición hacia un sistema de justicia penal contencioso.

En el Departamento de Justicia de Estados Unidos, tenemos el compromiso de ayudarlos de todas las formas que podamos. Hemos visto su progreso y admiramos todo lo que han hecho.

En estas reuniones recientes, hemos reforzado la comunicación y la cooperación entre nuestras naciones soberanas. La extradición es una herramienta fundamental para nuestros países en la batalla por asegurarnos de que los delincuentes sean puestos en manos de la justicia. El convenio de extradición que Estados Unidos tiene con Colombia es el mejor que tenemos en el mundo. Esta importante relación nos permite a ambos países combatir con efectividad y fuerza a las organizaciones criminales de envergadura y a los delincuentes individuales.

Anoche le expresé mi reconocimiento al presidente Uribe y al ministro Pretelt por esta relación. Y esta mañana, le reiteré este sentimiento al Fiscal General Iguaran.

Con respecto a la extradición, deseo dejar completamente claro que el Presidente de Estados Unidos y el gobierno de Estados Unidos tienen la intención de mantener los compromisos y obligaciones de esta relación bilateral y en lo que se refiere a las órdenes de extradición.

Presidente Uribe, Fiscal General Iguaran y pueblo de Colombia, cuenten con el respeto y la admiración del pueblo estadounidense.

Deseo que continuemos trabajando juntos.

Estamos demostrando que cuando las naciones libres se unen, la esperanza, las oportunidades y la paz pueden ser una bendición para todos.

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