Sello del Departamento de Justicia

COMENTARIOS PREPARADOS PARA EL SECRETARIO DE JUSTICIA DE LOS ESTADOS UNIDOS ALBERTO R. GONZALES
EN EL ALMUERZO DE LÍDERES LATINOS

Washington, D.C.
2 de noviembre de 2005

Buenas tardes. Como nuestro Presidente, soy fanático del béisbol. Para mucho ciudadanos de Houston, este año ha marcado el final de 44 años de esperanza y agonía por la llegada de los Astros de Houston a la Serie Mundial.

Dediqué mucho tiempo la semana pasada a ver a los Astros jugar contra los White Sox. Inclusive, tuve la oportunidad de estar en Houston para el Partido 3. Recordarán que ese fue el partido que duró catorce innings, hasta casi la 1:30 de la mañana.

Fue algo especial estar en el primer partido de la Serie Mundial a jugarse en el Estado de Texas. Sin embargo, me decepcionó no poder quedarme para el Partido 4 la noche siguiente, cuando presentaron al Equipo Latino Legends en el campo antes del partido. Mirando atrás, me alegro de que no tuve que ver a los White Sox festejar en la cancha de mi equipo, pero hubiera sido algo increíble ver héroes como Juan Marichal, Rod Carew y Fernando Valenzuela al lado de estrellas actuales del Latino como Alex Rodriguez, Albert Pujols y Pedro Martinez.

Sospecho que, en algún momento durante la ceremonia, cada uno de esos jugadores pensó sobre una persona que no pudo participar en la ceremonia: Roberto Clemente, jardinero de derecho de los grandes Pittsburgh Pirates que murió en un accidente de avión entregando provisiones a víctimas necesitadas de un terremoto en Nicaragua. Clemente daba vida al término "leyenda" y abrió el camino para nombres como Rivera, Ramirez y Rodriguez en el deporte. El hijo de Clemente lo representó junto con los jardineros, y comentó - paso a citar - "Este es un gran día para los latinos en el béisbol".

Cuando miro este grupo aquí hoy, me enorgullece decir: "Éste es un gran día para los latinos en todas partes".

Cada vez más, los jóvenes latinos de todo el país tienen ejemplos a los que pueden recurrir para inspiración - no sólo en el diamante de béisbol, sino en prácticamente cada campo de realización humana. Es importante que nos esforcemos por lograr la excelencia profesional en ciencias, en los medios, la ley, los negocios, y como activistas comunitarios. En la corta historia del Almuerzo de Líderes Latinos, han oído hablar a un elenco de grandes estrellas. Me siento honrado de acompañarlos.

Soy hispano. Soy latino. Amo a mi familia, creo en Dios y estoy agradecido por mi país, los Estados Unidos de América, que me ha permitido vivir el sueño estadounidense.

Serví en nuestras fuerzas armadas porque creo que vale la pena defender, y hasta morir, por las libertades y oportunidades disponibles en los Estados Unidos. Estoy orgulloso de nuestra hermosa cultura: el idioma, las comidas, las tradiciones. Somos iguales de estas formas e iguales, sospecho, en nuestra búsqueda de la prosperidad y oportunidad para todos los hispanos. Todos deseamos ver a nuestros hijos recibiendo una educación; queremos que todos puedan tener sus propias casas o empresas. Todos queremos una oportunidad igual de conquistar un sueño.

Tendremos diferencias, por supuesto, en cómo alcanzar mejor estos objetivos amplios, tal como tenemos una historia distinta o un legado distinto debido a la geografía, y muy parecido a cómo tenemos distintos gustos en la comida. Nuestros dialectos, nuestra religión e, incluso, nuestra política pueden ser distintos; sin embargo, es más lo que nos une. Todos estamos de acuerdo, por ejemplo, en que demasiados hijos nuestros se meten en problemas o abandonan la escuela. Todos estamos de acuerdo en que el liderazgo futuro de nuestra comunidad corre riesgo.

La clave, me parece, es concentrar nuestra energía, dirigir nuestras prioridades y dedicarnos a un debate significativo con finalidad clara, pero que sea un debate respetuoso y tolerante con relación a opiniones dispares. Podemos ser de distintas extremidades del espectro político; sin embargo, disfrutamos de lazos culturales inquebrantables.

Me suelen preguntar cómo es ser el primer Secretario de Justicia de los Estados Unidos hispano.

Contesto que soy hijo de un cosechador de algodón y obrero de la construcción pobre, que mis padres nunca terminaron la escuela primaria, y que soy el Secretario de Justicia de los Estados Unidos. Les digo que sé lo que es enfrentar una vida con pocas oportunidades, con nada más que un corazón lleno de esperanza, una mente llena de sueños y la buena disposición de trabajar arduamente. Les digo que soy el Secretario de Justicia de los Estados Unidos para todos los estadounidenses, pero que sé que algunos están muy orgullosos del hecho de que el hijo de trabajadores extranjeros mexicano-estadounidenses sea el Secretario de Justicia.

El Presidente Bush también está orgulloso de este hecho. Y no soy el único líder hispano en este gobierno. Cuando el Presidente Bush mira alrededor de la mesa en una reunión de gabinete, también ve a Carlos Gutierrez. Cuando examina las oficinas federales, ve nombres como Richard Carmona, Gaddy Vasquez, Hector Barreto y Anna Escobedo Cabral. El Presidente se ha rodeado de servidores públicos calificados que representan la importante diversidad del pueblo estadounidense.

También ha aplicado estos principios a nombramientos para cargos judiciales federales - una tarea en la que yo he trabajado personalmente con él como Consejero de la Casa Blanca. Conozco bien al Presidente. La diversidad en todos los niveles del gobierno es tan importante para él como lo es para ustedes. Fue un privilegio ayudar al Presidente a seleccionar a un grupo diversificado de candidatos calificados que comparten su filosofía judicial.

El Juez Sam Alito comprende que no existe una Constitución hispana, una Constitución afroamericana o una Constitución blanca - existe apenas una única Constitución para todos los estadounidenses.

El Juez Alito ocupa su cargo hace quince años - y argumentó ante la Suprema Corte doce veces - y es muy conocido por su sentido de la justicia, su carácter y su compromiso con el imperio de la ley. Durante sus treinta años de servicio público - muchos de los cuales pasó en el Departamento de Justicia - el Juez Alito ha merecido una reputación de excelencia que pocos pueden igualar.

Una de las cosas importantes sobre este proceso es que no tienen que simplemente aceptar lo que digo - escuchen sus palabras cuando responda a preguntas en sus audiencias de confirmación. El Senado - y el público de los Estados Unidos - conocerá más sobre las calificaciones del Juez Alito y su enfoque de la función de juez. Pido a ustedes - y otros - que reserven su opinión y le den la oportunidad de mostrar por qué sería bueno para la Corte y para el país.

El Juez Alito, como muchos de ustedes, es producto del sueño inmigrante y llevará sus experiencias e historial singulares a la Corte Suprema, así como yo he llevado los míos a mi período como Secretario de Justicia de los Estados Unidos. A lo largo de mis primeros meses como Secretario de Justicia de los Estados Unidos, he notado que la historia personal de mi familia me ha proporcionado un reconocimiento singular por los desafíos que enfrentan muchos estadounidenses.

El fin de semana pasado, hablé a un grupo de oficiales de las fuerzas del orden público latinos. Les conté una historia sobre un Delegado veterano de la unidad antipandilla del Departamento de Policía de Los Angeles. El Delegado Ortiz salió hacia el trabajo temprano el día viernes, 23 de junio, como lo solía hacer, para ganar tiempo en una investigación de pandillas callejeras. El delegado de 35 años de edad había trabajado para la Oficina del Sheriff de Los Angeles durante 15 años, era un veterano del grupo de trabajo antipandilla del departamento y acababa de regresar de su luna de miel.

El Delegado Ortiz iba de puerta en puerta realizando entrevistas en un vecindario plagado de pandillas. A las 3 de la madrugada, el Delegado Ortiz golpeó la puerta de una casa, y mientras verificaba identificaciones, alguien le disparó en la cabeza a quemarropa.

Tal como lo describió el Sheriff Lee Baca de Los Angeles, se trató del asesinato de un Delegado. Se trató de un ataque sorpresivo que no dio tiempo al Delegado de reaccionar.

El presunto asesino es Jose Luiz Orozco –un supuesto miembro de pandillas. Cuando el Sheriff Baca habló con la prensa sobre el asesino, describió los antecedentes penales de Orozco: Tenía cinco pies de largo.

La investigación que el Delegado Ortiz estaba realizando el día que falleció formaba parte de una labor más amplia destinada a rescatar a la pequeña comunidad de Hawaiian Gardens de la intimidación de las pandillas, la venta de estupefacientes y la violencia.

El Delegado Ortiz sacrificó su vida en el cumplimiento de su deber. Al contar su historia, de golpe me di cuenta que todos los involucrados eran hispanos. Un valiente Delegado hispano. Un líder positivo hispano en el Sheriff Baca. Y, lamentablemente, un joven hispano ya perdido a la vida peligrosa de las armas, las drogas y las pandillas.

Es un ejemplo evidente, tanto del progreso que hemos realizado como de la distancia larga que nos queda por recorrer.

Las pandillas son un problema creciente para la comunidad hispana. Las pandillas borran los sueños de nuestros hijos y nos cuestan líderes del futuro. He instruido a mis Fiscales Federales a que trabajen con asociados en los niveles federal, estatal y local para detener la propagación de las pandillas y refrenar la violencia asociada a las actividades de pandillas.

Como principal oficial del orden público de nuestro país, mi papel oficial en la respuesta a las pandillas y los jóvenes atribulados es encabezar investigaciones y promover enjuiciamientos. Sin embargo, como padre, no es donde me gustaría estar. Necesitamos conquistar a estos niños antes de que se unan a pandillas, antes de que abandonen la escuela, antes de que se metan en apuros. La educación y la prevención son tan importantes como la coacción - y el Departamento trabaja en compartir recursos y capacitación necesarios para que no se extingan las esperanzas de nuestros niños.

El sueño estadounidense es la razón por la que tantos inmigrantes - millones cada año - vienen a este país en búsqueda de una vida mejor para sus familias.

Recientemente, el Presidente reiteró su visión de un programa de reforma de inmigración amplio. El Presidente detalló una cantidad de pasos para fortalecer la seguridad a lo largo de nuestras fronteras y proporcionar opciones legales para las personas que deseen quedarse en los Estados Unidos para trabajar temporalmente.

Soy producto - como prácticamente todos ustedes - del sueño del inmigrante. Por lo tanto, entiendo lo importante que puede ser para personas que necesiten mantener a sus familias. El Presidente también lo entiende. El Presiente sabe, "los valores de la familia no desaparecen al llegar al Río Grande".

El Presidente y yo somos ambos de Texas, y sabemos que la seguridad de nuestros ciudadanos depende, en parte, de nuestra capacidad de controlar la frontera. Con un programa de trabajador temporal, menos personas intentarán entrar ilegalmente a trabajar. Significa que nuestra labor de coacción puede concentrarse en los traficantes de drogas, terroristas y traficantes de armas.

Hoy, el Secretario de Seguridad Nacional Michael Chertoff anuncia una nueva Iniciativa de Fronteras Seguras. De hecho, está realizando el anuncio en este mismo momento, en mi ciudad, Houston.

La Iniciativa Fronteras Seguras aumentará nuestra capacidad de conquistar lo que el Secretario Chertoff denomina "control operativo" de nuestras fronteras. Este programa nuevo - el cual proporciona recursos y tecnologías adicionales a nuestras fronteras - incrementará la seguridad de nuestro país contra la amenaza del terrorismo.

La Iniciativa Frontera Segura también trabajará de la mano del programa del trabajador temporal - nuevamente, con el objetivo de refrenar la actividad ilegal y abrir el camino para el trabajo legal en los Estados Unidos.

Como líderes, necesitamos sus voces razonadas en el debate sobre la inmigración. Para este asunto - y muchos más - necesitamos su liderazgo. Mientras trabajamos para asegurar la esperanza y oportunidad de los Estados Unidos para todos los ciudadanos, agradezco sus esfuerzos constantes en cultivar la comunidad hispana - especialmente como modelos para los jóvenes hispanos.

Que Dios bendiga a ustedes y sus familias, que los guíe en los desafíos que aún enfrentarán, y que siga bendiciendo a los Estados Unidos de América.

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