Sello del Departamento de Justicia

Comentarios preparados del Secretario de Justicia de los Estados Unidos Alberto R. Gonzales en el Instituto Manhattan:
las fuerzas del orden público y la prevención del terrorismo cinco años después del 11/9

Nueva York, Nueva York
7 de septiembre de 2006

Buenos días.

Es un honor estar aquí, en Nueva York, para hablarles sobre nuestra labor conjunta para proteger a los vecindarios y comunidades de los Estados Unidos.

A medida que nos acercamos al quinto aniversario de los ataques del 11 de septiembre, es natural que los ciudadanos de los Estados Unidos miren hacia atrás y hagan un balance de dónde nos encontramos y qué hemos logrado juntos como nación. El Presidente y otros en este gobierno han hablado con frecuencia, y seguirán hablando, al pueblo de los Estados Unidos sobre la amenaza actual del terrorismo. Es mi intención hablar sobre ella hoy, en el contexto de la cooperación entre las fuerzas del orden público.

Antes de hacerlo, permítanme asegurarles que no he olvidado la necesidad de tratar de la delincuencia tradicional no terrorista en las calles de nuestras ciudades, pueblos y vecindarios. Sé que todos ustedes conocen muy bien la batalla en curso contra delincuentes tradicionales en nuestro país, por estar en la línea de fuego cada día. No hemos perdido de vista, ni perderemos de vista, la necesidad de asistirlos en la lucha contra los predadores sexuales, los narcotraficantes y las pandillas que aterrorizan a los ciudadanos respetuosos de la ley en nuestras comunidades.

Es mi intención seguir consiguiendo más recursos para ayudarlos, y espero poder proporcionar capacitación, investigadores y fiscales adicionales para tratar de la delincuencia tradicional. Sin embargo, debemos recordar que, si bien hay más de 80,000 agentes de las fuerzas del orden público estatales y locales en este país, solo hay 12,000 agentes de las fuerzas del orden público federales. En un mundo pos 11/9, la principal prioridad de las agencias de las fuerzas del orden público federales debe ser la prevención de otro ataque terrorista...una misión que sé que comprenden que todos compartimos.

Nadie puede estar verdaderamente libre para buscar el sueño estadounidense, ni siquiera en vecindarios libres de drogas, pandillas y delitos violentos, si vivimos con temor de un ataque terrorista. Todos nosotros en el gobierno - en las fuerzas del orden público, la inteligencia y las fuerzas armadas, hemos logrado mucho en lo que se refiere a proteger a nuestros vecindarios a lo largo de los últimos cinco años, porque no esperamos para actuar. Comenzamos a planear nuestra respuesta el mismo día de los ataques.

Hace cinco años, el 11 de septiembre, justo antes de las 7 de la noche, estaba esperando el regreso del Marine One al lado sur de la Casa Blanca. Estaba en la puerta de la Oficina Ovalada con la ex Consejera del Presidente Karen Hughes, listo para reunirme con el Presidente y comenzar la labor de defender a los Estados Unidos.

El Presidente estaba resuelto al llegar. Con cara seria, se acercó a Karen y a mí. Al encontrarse con nosotros e ingresar a la Casa Blanca, no dijo una palabra. Simplemente, hizo una leve señal con la cabeza. Lo seguimos a la Oficina Ovalada, la cual estaba siendo preparada para su discurso a la nación de las 8:30, y luego hacia su comedor privado.

Allí, los tres nos sentamos con Condi Rice, Andy Card y Ari Fleischer, nos arremangamos y comenzamos a trabajar.

***

Esta batalla contra el terrorismo se libra con un reloj que nunca se detiene, y nuestra asociación no debe jamás presentar brechas. Ustedes lo saben muy bien. Por lo tanto, me complace tener esta oportunidad de hablarles a todos ustedes sobre lo que estamos haciendo juntos para prevenir ataques terroristas, lo que nuestra red está haciendo para detener y, en última instancia, derrotar la red de ellos.

Si hay una cosa que todos los ciudadanos de los Estados Unidos estarán pensando y dirán al marcar este aniversario terrible el lunes, es la frase simple "nunca más". Y el objetivo de "nunca más" no puede lograrlo el gobierno federal solo, cualquier gobierno estatal solo, o cualquier fuerza policial local sola. En lugar de ello, nuestra red de prevención es la clave para proteger al pueblo de los Estados Unidos.

Cuando el Vicepresidente Cheney habló al Instituto Manhattan en enero, señaló que los terroristas estaban en guerra con nuestro país mucho antes del 11 de septiembre. Habían matado a soldados estadounidenses en Beirut en 1983 y en Mogadishu en 1993. Habían bombardeado nuestras embajadas en Kenia y Tanzania en 1998. Habían atacado al USS Cole en 2000. Hasta habían atacado nuestra patria antes, al intentar destruir en World Trade Center en 1993.

Pero fue el 11 de septiembre de 2001 cuando los Estados Unidos de América dijeron "suficiente", "ya basta" y "nunca más".

Desde entonces, hemos tomado la ofensiva y hemos realizado progresos significativos.

Hemos eliminado la "sede" de al Qaeda en Afganistán. Hemos destruido campos de entrenamiento, cortado canales de financiamiento y desbaratado medios de comunicación.

Arquitectos de los ataques del 11 de septiembre han sido capturados e interrogados, y hemos tomado conocimiento de información vital a través de ellos, lo cual nos ha permitido evitar ataques futuros. Como anunció el Presidente ayer, Khalid Sheikh Mohammed, Abu Zubaydah y Ramzi bin al Shibh esperan ser juzgados en la Bahía de Guantánamo.

Hemos desbaratado complots y colocado en la prisión a radicales domésticos. Como todos sabemos, a principios de agosto, las autoridades británicas desmantelaron lo que hubiera sido un significativo ataque terrorista con cantidad masiva de víctimas.

En ese caso, y en desmantelamientos de complots en nuestra propia tierra asociados a radicales domésticos, hemos visto la evolución de la amenaza desde la destrucción de la sede de al Qaeda.

Hoy, al Qaeda se mantiene organizada y activa en el espacio cibernético, donde su ideología recluta, inspira y radicaliza a otras personas. Su objetivo virtual, como todos ustedes bien saben, es encontrar almas desafectadas en vecindarios, mezquitas, prisiones y universidades de todo el mundo, incluidos nuestros propios vecinos.

No existen dos células o complots terroristas iguales. Algunos están directamente asociados a al Qaeda; algunos están inspirados por la ideología y buscan lazos efectivos con el grupo después de comenzar a tramar, y algunos están simplemente inspirados por el odio, sin capacidad de organizarse internacionalmente. Sin embargo, existe una tendencia clara en la labor de al Qaeda de reclutar a terroristas que ya vivan en los países objetivo de ataques.

Recientemente, hemos visto a aspirantes a terroristas inspirados, como mínimo, por la ideología de al Qaeda en Londres y Madrid, en Los Ángeles, Toledo, Miami y Atlanta.

Algunos terroristas domésticos tienen lazos más fuertes con al Qaeda que otros, pero todos parecen ser parte de una red global flexible y bien organizada de terror, unida por el fanatismo, por una causa común terrible de muerte y destrucción.

Hace falta una red para vencer a una red. Nuestra red, unida por la causa común de detener a los terroristas, es una fuerza formidable, una que, en última instancia, prevalecerá en esta guerra.

Una red exitosa debe tener tres características principales:

En primer lugar, la coordinación sobresaliente de asociados y recursos. En segundo, flexibilidad constante. Y tercero - tal vez lo más importante - una pasión infinita por prevalecer. Tomamos la amenaza terrorista tan en serio porque reconocemos que su red posee esas características.

Afortunadamente, nuestra red también las tiene.

COORDINACIÓN

En primer lugar, hablemos sobre la coordinación - la de ellos y la nuestra.

Como mencioné anteriormente, el Internet ha permitido a nuestro enemigo alcanzar un público global de terroristas potenciales. Con una capacidad menor de reclutar o capacitar en una sede, los portales radicales en Internet y la divulgación periódica de mensajes claves del liderazgo de al Qaeda buscan encontrar e incentivar la afiliación a la red en todo el mundo.

También están utilizando otras tecnologías modernas: Teléfonos celulares, una forma económica y universalmente disponible de compartir información y colaboración que no conoce fronteras, mantienen comunicada a la red terrorista.

Usan cámaras digitales para documentar objetivos potenciales, creando archivos de vigilancia que pueden compartirse fácilmente y ampliamente. Sus investigaciones, las cuales guardan en algo tan pequeño como un thumb-drive o CD, se colocan fácilmente en un bolsillo o un sobre para viajes o envíos y para posiblemente compartirlas con asociados en todo el mundo.

Como sabe el Comisionado Andy Hayman, la tecnología ha sido un componente de las comunicaciones terroristas. La información compartida sobre localidades objetivo, tales como Nueva York o Washington, pueden enviarse a través de Internet en cuestión de segundos a ciudades de los Estados Unidos, el Reino Unido o alrededor del mundo. En un caso reciente, nuestra red desmanteló la de ellos. Sin embargo, debemos imaginar que la investigación digital viaja de ciudad en ciudad todos los días, mientras los asociados terroristas se ayudan entre sí a alcanzar sus objetivos espantosos.

La coordinación dentro de nuestra red es tanto nacional como internacional, y también cuenta con el apoyo de la tecnología avanzada. Y, visto que los terroristas solo han tenido éxito una vez y nuestra labor ha tenido éxito siempre, nuestra coordinación ha sido mejor que la de ellos.

El desbaratamiento del complot con bombas en el Reino Unido el mes pasado destaca el éxito de la cooperación internacional. Nuestros fiscales se capacitan mutuamente y comparten y protegen la inteligencia delicada entre sí. El nivel de cooperación entre los Estados Unidos y nuestros colegas en el extranjero es extraordinario y realmente es la historia nunca contada de la guerra contra el terrorismo.

En nuestra patria, como ustedes saben, hemos mejorado significativamente la colaboración entre agencias de inteligencia y de las fuerzas del orden público federales, estatales y locales. La Ley Patriota oficialmente derribó el muro entre las investigaciones de inteligencia y de las fuerzas del orden público, pero nuestro respeto mutuo y nuestro propósito compartido de proteger a los ciudadanos de los Estados Unidos han sido igualmente importantes en derribar el muro en la práctica, en establecer una nueva mentalidad de compartir y comunicarnos constantemente.

Estoy sumamente orgulloso de nuestro trabajo de equipo y respeto mutuo; espero que todos en esta sala hoy que trabajen en las fuerzas del orden público también los estén.

Las Fuerzas de Tarea Conjuntas contra el Terrorismo son, tal vez, el mejor ejemplo de cómo los muros que solían dividirnos han simplemente desaparecido, cómo nuestras fuerzas del orden público e inteligencia están entretejidas como una pieza de tejido continua.

En las Fuerzas de Tarea Conjuntas contra el Terrorismo [Joint Terrorism Task Forces (JTTFs)], los funcionarios federales, estatales y locales trabajan lado a lado, como un equipo entrelazado, compartiendo acceso a datos y trabajando juntos en análisis, porque es más fácil atar cabos cuando se comparten todos los cabos en terreno común.

Las JTTFs son los "ojos y oídos" de comunidades de todo el país, y desde el 11 de septiembre, hemos incrementado el número de JTTFs de 35 a 103.

El Jefe Bratton, de Los Ángeles, puede dar fe de lo bien que funciona la estructura de las JTTFs. Porque fue un oficial local de su área el que trabajó en una JTTF que ató los cabos que llevaron a la detención de radicales que tramaban un ataque a edificios gubernamentales y sinagogas en Los Ángeles en agosto. Jefe Timoney, usted también vio la eficacia de la estructura de las JTTF debido a la labor realizada para desmantelar la célula que tenía a Miami como objetivo en Liberty City.

Estos casos son buenos ejemplos de lo que ocurre cuando se reúnen recursos y asociados con conjuntos de destrezas específicos trabajan unidos. Un agente de policía local está singularmente equipado para notar cuando algo no está bien en su propia comunidad, y para realizar un seguimiento agresivo; cuando robos son realmente el medio para lograr otra cosa, como ocurrió en el caso de los robos a estaciones de servicio en LA, o en Charlotte, Carolina del Norte, cuando las fuerzas del orden público locales observaron cómo se cargaban camionetas con cigarrillos, lo cual llevó al descubrimiento de una célula de Hizballah; o en el oeste de Washington, cuando las fuerzas del orden público locales observaron a personas en localidades remotas que daban tiros, lo cual llevó al descubrimiento de planes para un campo de entrenamiento terrorista.

El gobierno federal ofrece las mejores, más completas bases de datos donde los agentes de policía locales pueden descubrir si sus instintos están en lo cierto. Cuando una buena "nariz" para actos delictivos trabaja lado a lado con una fuente exhaustiva de inteligencia, se atan cabos y nuestra red funciona en su mejor nivel. La coordinación lleva a la victoria, un desmantelamiento de complot a la vez.

FLEXIBILIDAD

Después, viene la flexibilidad.

En la red terrorista, esto significa cambiar, rápidamente, la ubicación y coordinación del entrenamiento cuando se desmantela la sede. Significa reconocer que las bombas en zapatos no funcionan, por lo que hay que desarrollar explosivos líquidos.

Hace cinco años significó usar cutters y el elemento de la sorpresa.

Nuestro enemigo es creativo y perspicaz. Aprende de sus errores y, literalmente, realiza tormentas de ideas todos los días sobre maneras nuevas de sorprendernos, maneras nuevas de destruirnos. Sus imaginaciones son diabólicas, pero también son ágiles, lo cual es una combinación fatal.

Este enfoque flexible es adoptado por todos los seguidores terroristas. Están tan dedicados a su causa que se ajustarán a cualquier ambiente o circunstancia que enfrenten para llevar adelante sus objetivos.

Nuestra red también es ágil. Nosotros también realizamos tormentas de ideas sobre lo que el enemigo hará a seguir y cómo podemos detenerlo. Empleamos expertos empeñados en prever la creatividad depravada de los terroristas.

Observamos de cerca como evoluciona su red y adaptamos nuestras tácticas y nuestra concentración según corresponda. Por ejemplo, en este momento, sabemos que los departamentos locales de policía están en la mejor posición para identificar a radicales domésticos; por lo tanto, ustedes encabezarán la red en ese sentido; somos lo suficientemente flexibles para realizar cambios en los roles, según sea necesario.

Cuando es necesario, desarrollamos herramientas para aumentar nuestra flexibilidad. El Programa de Vigilancia de Terroristas nos ayudó a adaptarnos rápidamente a una situación en la cual necesitamos recabar inteligencia rápidamente, de fuentes y tecnologías que nunca habíamos explorado.

También cambiamos rápidamente la manera en que veíamos la ecuación tradicional de la justicia penal, la cual era antiguamente:

*Se comete un delito.

*Se inicia una investigación.

*Se realiza un arresto.

*Se acaba la historia con el enjuiciamiento.

Hemos cambiado este guión para terroristas porque no podemos esperar que se cometan actos terroristas para detener y enjuiciar a estos delincuentes, y no lo haremos.

Debemos detenerlos por el delito de planear actos terroristas contra nuestro país o por los otros delitos que están cometiendo como parte de su trama.

Incluso con esta nueva ecuación, la flexibilidad es crucial porque no hay dos casos iguales y las decisiones sobre arrestos son difíciles y deben ser tomadas caso por caso por profesionales de carrera haciendo uso de su mejor juicio: teniendo en cuenta que necesitamos proteger fuentes de inteligencia y métodos confidenciales, y que, a veces, dependemos de pruebas del extranjero para armar una causa.

Creo que la flexibilidad de nuestra red, en lo que se refiere a la investigación y enjuiciamiento, ha sido exitosa, pero deseo observar que existe una cosa en la que no seremos flexibles: la adherencia a libertades civiles y el imperio de la ley. Podemos ser adaptables en nuestra lucha, pero nuestra Constitución es siempre el suelo firme del que partimos.

PASIÓN

Deseo concluir mis comentarios con una discusión sobre la pasión: la de ellos y la nuestra. Debido a que es este elemento de nuestras redes lo que será una prueba de voluntades...y nuestra voluntad de salvar vidas y la libertad debe prevalecer sobre su voluntad de destruirlas.

La red de ellos está unida por el fanatismo ideológico, por el odio y el deseo de destruir nuestro estilo de vida, para que sus creencias predominen en el pueblo mundial.

Nuestra red está unida por lo que se puede describir simplemente como el amor a la justicia y el deseo de proteger lo que sabemos que es bueno.

Estamos motivados por nuestro amor a la libertad. Nuestro amor por nuestros hijos. Y por la creencia profunda de que nuestra patria amada es un faro de esperanza para el mundo porque abraza la libertad. Tenemos la noción permanente de que lo que nuestros Padres Fundadores establecieron aquí es algo que vale mucho la pena proteger.

La red de ellos no se cansa. Su pasión es un combustible infinito que vemos quemar hace décadas.

Y nuestra red, como ha dicho el Presidente varias veces, no se cansará, no titubeará y no fallará. Porque nuestra pasión es, en realidad, más profunda que la de ellos, y nuestra defensa de la libertad será eterna.

Tuve la oportunidad, la semana pasada, de visitar por segunda vez las líneas de frente de la guerra al terrorismo en Irak. Y la determinación firme de nuestros hombres y mujeres uniformizados, así como de nuestros servidores civiles que están allí para ayudar al pueblo de Irak a establecer su gobierno nuevo, fue inspiradora.

Estos hombres y mujeres trabajan en un ambiente peligroso, con temperaturas diarias de más de 100 grados. Están lejos de sus familias. Sin embargo, todos los que conocí estaban llenos de energía y orgullo, el orgullo de servir a un país que nos ha dado tanto a todos. Los ciudadanos de los Estados Unidos en las líneas de frente creen que lo que están haciendo es importante, tan importante que están dispuestos a arriesgar sus vidas por la misión. El simple hecho de estar en su presencia hizo que este nieto de inmigrantes se sintiera tan increíblemente orgulloso de ser un ciudadano de los Estados Unidos.

Al observar a estos hombres y mujeres que trabajan en Irak, y los que trabajan aquí, en la patria, en las tropas de las fuerzas del orden público, sé que predominamos en esta batalla ideológica decisiva.

Durante una batalla ideológica mundial anterior, la pasión y dedicación de Winston Churchill, en medio de una guerra, era evidente en estas palabras:

"Nunca se rindan: nunca, nunca, nunca, nunca, en ningún asunto importante o menor, grande o pequeño, nunca se rindan salvo ante las convicciones de honor y buen sentido. Nunca cedan ante la fuerza, nunca cedan ante el poder aparentemente abrumador del enemigo".

En nuestros trabajos, en nuestra red, nunca ceder significa, todos los días, buscar, con determinación, alcanzar el objetivo de prevenir el terrorismo, de proteger a espíritus libres e inocentes.

Nuestra red prevalecerá. Y estoy orgulloso de servir en la misma, lado a lado con todos ustedes.

Gracias. Que Dios los bendiga y que siga bendiciendo a esta gran nación.

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