Buenos días.
Me acompañan hoy John Clark, Director del Servicio de Alguaciles Federales, William Fallon, Alguacil Federal Adjunto Principal para el Distrito Oeste de Virginia y el Comandante de la Operación FALCÓN 2008; John Cary Bittick, Alguacil del Condado de Monroe, Georgia, en representación de la Asociación Nacional de Alguaciles; y Mark Marshall, Jefe de Policía en Smithfield, Virginia, en representación de la Asociación Internacional de Jefes de Policía.
Estamos aquí para anunciar la conclusión exitosa de la Operación FALCÓN 2008, una iniciativa de aprehensión de fugitivos con la participación de agencias de las fuerzas del orden público federales, estatales y locales que se llevó a cabo del 1° de junio al 30 de junio de este año. Liderada por el Servicio de Alguaciles Federales, la operación resultó en el arresto de más de 19,000 fugitivos de la justicia, y ejecutó más de 25,000 órdenes judiciales, lo cual la convierte en la iniciativa de aprehensión de fugitivos más productiva de la historia de EE.UU.
Ésta es la quinta Operación FALCÓN en cinco años. La buena labor de este año lleva el número total de fugitivos capturados como resultado de operaciones FALCÓN a más de 55,000. Esto significa que miles de delincuentes violentos, narcotraficantes, pandilleros y predadores sexuales han sido retirados de las calles de los Estados Unidos. En resumen, significa calles más seguras.
En algunos minutos, el Director Clark hablará sobre estadísticas más específicas para la operación de este año. Lo que me gustaría hacer es simplemente destacar la colaboración necesaria para lograr estos resultados sobresalientes, y felicitar a las muchas agencias de las fuerzas del orden público que se adelantaron y brindaron todo de sí.
FALCON es el acrónimo de "Federal and Local Cops Organized Nationally" (Policías federales y locales organizados nacionalmente), y ésta fue una iniciativa verdaderamente organizada y nacional. Bajo el liderazgo del Director Clark y el Alguacil Federal Adjunto Principal Fallon, el nivel de asociación exhibido entre las fuerzas del orden público federales, estatales y locales fue inaudito. Reunió a más de 1,600 agencias federales, estatales y locales de prácticamente todos los distritos federales y los 49 estados.
La operación incluyó a 30 agencias federales distintas, incluidos los Alguaciles, el Buró Federal de Investigaciones [Federal Bureau of Investigation (FBI)], la Administración de Control de Drogas, el Buró de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas, y el Servicio de Inspección Postal, entre otros. La Operación FALCÓN es un ejemplo perfecto de cómo las fuerzas del orden público pueden y deben trabajar unidas, y de los éxitos que surgen de dicha cooperación.
La operación también demuestra específicamente la importancia de trabajar en conjunto con nuestros asociados estatales y locales para reducir la delincuencia violenta. La Operación FALCÓN de este año fue grandemente impulsada por asociaciones fuertes entre los Alguaciles y sus contrapartes estatales y locales, incluidas la Asociación Nacional de Alguaciles y la Asociación Internacional de Jefes de Policía, ambas las cuales se encuentran representadas aquí hoy.
Después de operaciones FALCÓN anteriores más específicas, las agencias estatales y locales expresaron fuerte interés en trabajar nuevamente con las fuerzas del orden público federales para retirar fugitivos de sus calles. Por lo tanto, la operación de este año tuvo como objetivo principal aprehender la mayor cantidad de fugitivos posible, en la mayor cantidad de comunidades posible.
El resultado no es apenas un número o una idea abstracta, sino que representa diferencias reales para personas reales - para nuestros ciudadanos y para nuestras comunidades. Como ex juez, he visto las consecuencias destructivas que puede tener hasta un solo fugitivo peligroso para una comunidad, y he visto los beneficios que provienen de retirar a dicho individuo de las calles. El retirar a fugitivos, especialmente los violentos, de nuestras calles significa menos delitos y menos víctimas.
Consideren el caso de dos hombres que fueron arrestados como parte de la Operación FALCÓN el 27 de junio en Laredo, Texas. Eran buscados por agresión agravada con una arma mortal por golpear severamente a otro hombre en una fiesta. Cuando fueron arrestados, los agentes encontraron pruebas de una mayor violencia futura: varias armas de fuego, incluida una pistola semiautomática y un rifle de asalto AK-47, y numerosos compartimientos de cartuchos para las armas de fuego. Asimismo, los agentes encontraron más de 50 gramos de cocaína y equipos y suministros utilizados para pesar y embalar narcóticos. Los dos hombres enfrentan ahora cargos adicionales asociados a narcóticos y armas de fuego.
Ellos, como cualquier persona acusada en nuestro sistema legal, son supuestamente inocentes hasta que se pruebe lo contrario, y aceptamos de buen grado la oportunidad de presentar sus casos en un tribunal de justicia. Sin embargo, sin duda, el pueblo de Laredo y de otros lugares están más seguros porque estos fugitivos están en custodia, y felicito a los agentes y oficiales que participaron en su captura.
La Operación FALCÓN 2008, como dije anteriormente, es la quinta de una serie de operaciones FALCÓN exitosas. La dedicación y colaboración de todos los participantes en la operación FALCÓN de este año sirve de advertencia continua a fugitivos de la justicia de que, donde sea que se oculten, trabajaremos unidos para encontrarlos. Igualmente importante, brinda la tranquilidad a todas las personas que viven en comunidades amenazadas por pandillas violentas, predadores de menores, u otros que se ocultan de la ley, de que existen Alguaciles Federales y otros agentes de las fuerzas del orden público determinados en unir fuerzas para luchar contra esas amenazas.
Ahora, deseo pasarle el micrófono al Director del Servicio de Alguaciles Federales, John Clark.
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