WASHINGTON – Oscar Cueva de McAllen, Texas, se declaró culpable hoy en el Tribunal Federal de Distrito en Denver de un cargo de delito mayor de conspiración para contrabandear tortugas marinas en extinción y otras pieles exóticas y productos de piel a los Estados Unidos, y de lavar dinero asociado a dicho contrabando, anunció el Departamento de Justicia.
Cueva y otros diez fueron acusados formalmente en Denver en agosto de 2007, después de una investigación encubierta con varios años de duración denominada Operación Central, realizada por la División de Operaciones Especiales del Servicio de Peces y Vida Silvestre. Cueva y otros siete demandados fueron arrestados el 6 de septiembre de 2007. Dos de dichos demandados, los ciudadanos chinos Fu Yiner y Wang Hong, se declararon culpables de cargos de contrabando a principios de este mes.
Cueva fue acusado formalmente junto con los codemandados Miguel Vázquez Pimentel, Martín Villegas Terrones y Esteban López Estrada, todos ciudadanos mexicanos, en conexión con el contrabando de tortugas marinas y otras pieles exóticas y productos de pieles exóticas a los Estados Unidos, provenientes de México. Según la acusación formal y el acuerdo de declaración de culpabilidad de hoy, Cueva recibió pieles de tortugas marinas y otras pieles exóticas, botas y otros productos de sus codemandados en México, y trajo las pieles, botas y otros productos a los Estados Unidos, en violación de la ley estadounidense e internacional. Para promover las actividades de contrabando, Cueva también participó en la transferencia de fondos de los Estados Unidos a México.
Según el acuerdo de declaración de culpabilidad, Cueva contrabandeó a los Estados Unidos partes y productos de vida silvestre por un valor total justo de mercado de entre 200,000 y 400,000 dólares. La audiencia de lectura de sentencia fue programada para el 18 de abril de 2008, a las 2:30 MST.
"Oscar Cueva se declaró culpable hoy de su papel en una red de contrabando que mataba vida silvestre en extinción por ganancias monetarias", dijo el Secretario de Justicia Auxiliar Ronald J. Tenpas. "El Departamento de Justicia seguirá trabajando con agencias de investigación, tales como el Servicio de Peces y Vida Silvestre, en enjuiciar el contrabando ilegal de especies protegidas, tales como las tortugas marinas, y para asegurar que quienes se dediquen a dichas actividades no puedan considerar a los Estados Unidos un mercado seguro para sus productos ilegales".
"Los agentes que probaron este caso son los mejores de los mejores", dijo Troy Eid, Fiscal Federal para el Distrito de Colorado. "Este es uno de los casos más importantes de la historia asociado a tortugas marinas en extinción".
"La matanza de tortugas marinas y la venta de su piel en el mercado negro representan una amenaza para las especies ya en peligro de extinción", dijo el Jefe Benito Pérez de la Oficina de Coacción del Servicio de Peces y Vida Silvestre de EE.UU. "El trabajo realizado en esta investigación por nuestros agentes y fiscales federales demuestra que quienes trafiquen vida silvestre en extinción enfrentarán consecuencias graves por sus delitos".
Existen siete especies de tortugas marinas conocidas. Cinco de las siete especies son consideradas "en peligro de extinción" bajo la Ley de Especies en Peligro de Extinción de EE.UU. A veces, se mata ilegalmente a las tortugas marinas para obtener su caparazón, carne, piel y huevos, los cuales tienen valor comercial. El comercio internacional de todas las partes de tortugas marinas para fines comerciales está prohibido por la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies de Fauna y Flora en Extinción, también conocida como el tratado CITES [Convention on International Trade in Endangered Species], un tratado multilateral en el cual los Estados Unidos, la China y aproximadamente otros 170 países participan. El CITES también restringe el comercio internacional de muchas otras especies de vida silvestre, incluidas algunas asociadas a este caso, las cuales se considera en riesgo de extinción y que son, o pueden, verse afectadas por el comercio internacional. La ley de los Estados Unidos, independientemente, exige que la vida silvestre que ingrese a los EE.UU. esté claramente marcada y sea declarada a autoridades aduaneras o de vida silvestre al ingresar, exige permisos para el comercio o manipulación de muchas especies de vida silvestre, y prohíbe el comercio de especies en extinción.
Este enjuiciamiento es el resultado de una investigación realizada por la División de Operaciones Especiales del Servicio de Peces y Vida Silvestre de EE.UU., encabezada por el Agente Especial George Morrison. Están a cargo de la acusación en el caso la Fiscal Federal Auxiliar Linda McMahan del Distrito de Colorado y el Abogado Litigante Principal Robert S. Anderson y Abogado Litigante Colin L. Black de la Sección de Delitos Ambientales del Departamento de Justicia.
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