Mensaje de la Fiscal General Adjunta
Desde su fundación en 1870, el Departamento de Justicia se ha dedicado a una noble misión. Ha tratado de mantener la seguridad del público, defender el estado de derecho, y hacer que la justicia, la igualdad y la imparcialidad sean las marcas distintivas del sistema judicial de los Estados Unidos.
Hoy, las más de 115,000 personas que trabajan en el Departamento de Justicia siguen haciendo realidad estas aspiraciones. Protegen nuestra seguridad nacional, tanto física como digital. Mantienen nuestros mercados libres y nuestras elecciones justas. Protegen al pueblo de los Estados Unidos contra una gran variedad de amenazas y peligros, del crimen organizado a los alimentos contaminados; del aire contaminado a las drogas ilícitas; de los delitos de odio al fraude financiero. Defienden a las personas oprimidas, buscan justicia para personas que han sido víctimas de delitos y proporcionan una ruta para que aquellas que son condenadas paguen su deuda ante la sociedad. Favorecen investigaciones de vanguardia para contribuir a mejorar los sistemas judiciales en todas partes, y apoyan a socios estatales, locales, tribales y territoriales a medida que implementan las mejores prácticas. Con todo, nuestras metas son asegurar igualdad de justicia y que la justicia sea accesible para todas las personas.
Hacen todo esto en oficinas del Departamento de Justicia en todos los estados y territorios, en ciudades pequeñas y grandes, de costa a costa y en todos los lugares entremedio. Sirven en el extranjero en más de 50 países. Y aunque el alcance del Departamento es vasto, la mayoría de las cosas que hacen ocurre entre bastidores. Mientras se centran en la misión y hacen su trabajo, el personal del Departamento no pierde de vista lo que les trajo al Departamento en primer lugar: la posibilidad de asestar un golpe por la justicia, ser una fuerza del bien y marcar una diferencia significativa en las vidas de todas las personas que hacen su hogar en este país. El trabajo del Departamento se hace más visible, y más tangible, no a través de la portada del periódico, sino a través de las innumerables vidas que toca y mejora.
Deseamos hacer ese trabajo de la manera más eficaz posible, razón por la que establecemos hoy ese plan. El plan nos da la oportunidad de articular nuestras ambiciones para el Departamento, junto con nuestras estrategias para lograrlas. También nos da una rara oportunidad de destacar lo mucho que la fuerza laboral incomparable del Departamento — operando a cada nivel, en todo el mundo — puede lograr para el pueblo de los Estados Unidos.
No se equivoquen: lograr las metas establecidas en este plan no será fácil. No obstante, podemos lograrlas de forma precisa porque, día a día, el personal del Departamento se dedica a la misión del Departamento y dedica sus talentos ilimitados a servir a las personas que más lo necesitan. Su compromiso, habilidad y tenacidad me dan toda la confianza de que el Departamento está preparado para ejecutar este plan. Estoy agradecida por el trabajo que la fuerza laboral del Departamento hace todos los días en servicio de nuestra misión.
Lisa O. Monaco
Fiscal General Adjunta de los Estados Unidos