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Comunicado de prensa
Comunicado de prensa
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Washington, DC
Estados Unidos
Gracias, Mark Moon por tus gentiles palabras y el apoyo que tú y tus colegas han brindado para hacer realidad este día. También quisiera reconocer y agradecer a Craig Floyd y a su equipo, así como también a la Junta Directiva del Fondo Conmemorativo y a sus numerosos defensores, por su liderazgo, arduo trabajo y compromiso con la visión representada por el Museo Nacional de las Fuerzas del Orden Público.
Estoy orgulloso de formar parte de esta celebración. Y me siento honrado de estar junto a tantos asociados, servidores públicos e invitados distinguidos para marcar el inicio de las obras de construcción de un centro que se convertirá en un lugar de aprendizaje y sanación, de reflexión e inspiración.
Pero esta mañana no solo nos reunimos por la institución que estamos construyendo. También nos une el compromiso compartido de ayudar a otros ciudadanos a comprender mejor y tomar mayor conciencia del trabajo crucial de la comunidad de las fuerzas del orden público de nuestro país.
Cuando el Museo Nacional de las Fuerzas del Orden Público abra sus puertas en 2013, narrará una historia que ningún otro museo cuenta: de más de tres siglos de agentes de las fuerzas del orden público protegiendo a otros ciudadanos, promoviendo la causa de la justicia y estableciendo una tradición de servicio que nos sigue manteniendo seguros.
Además de compartir estos logros colectivos, este nuevo museo resaltará las contribuciones de héroes individuales: y homenajeará a los 20,000 agentes de las fuerzas del orden público que han hecho el sacrificio máximo para ayudar y proteger a otros.
Como nos recuerdan las palabras grabadas en este monumento, “Estos oficiales no son héroes por su manera de morir, sino por su manera de vivir”. Uno de los aspectos únicos del Museo Nacional de las Fuerzas del Orden Público será que los visitantes podrán descubrir su “manera de vivir” explorando exhibiciones interactivas sobre delincuencia, una “Academia” modelo, una sección de historia de última tecnología y un nuevo Salón de la Memoria.
Podremos ponernos en los zapatos de despachantes, agentes de policía y detectives: desde los distantes albores del siglo XVIII hasta los difíciles días del siglo XXI. Veremos la historia del policía de tránsito que se puso frente a un tren para salvar a un niño: y el trabajador de emergencias que corrió en medio de un tiroteo para proteger del peligro a otros agentes. Nos informaremos sobre los agentes que pusieron en riesgo la vida para luchar contra la delincuencia organizada en las décadas de 1920 y 1939 y los agentes que, después de ver chocar a los aviones contra el World Trade Center el 11 de septiembre, corrieron hacia las víctimas – hacia el fuego – aun cuando sabían que era casi imposible que pudieran regresar.
Con este nuevo museo, el reconocimiento de una profesión que ha definido la historia de nuestro país ayudará a orientar el futuro de los Estados Unidos, señalando el camino hacia el progreso. Y espero que aquí – en este lugar donde iniciamos las obras hoy – generaciones futuras de agentes se sientan inspiradas.
Este Centro también servirá de tributo a quienes hemos perdido – los agentes cuyos nombres hemos agregado a estas placas de mármol en las últimas dos décadas – y a los casi un millón de agentes de las fuerzas del orden público locales, estatales y federales que actualmente sirven a nuestro país. Todos los días, mientras estos hombres y mujeres llevan a cabo sus obligaciones, el riesgo es un compañero constante. Nadie comprende esta realidad mejor que los numerosos agentes y familiares que se encuentran hoy aquí – los padres e hijos, hermanos y hermanas, madres e hijas, amigos y colegas – que dan y sacrifican tanto por la seguridad del pueblo estadounidense y para proteger a los más vulnerables.
Con este nuevo museo, su trabajo será compartido y celebrado, llevado a otro nivel y tomado por la próxima generación.
Una vez más, quiero agradecer el compromiso, la visión y la labor incansable que culminaron en este día tan especial. Como Secretario de Justicia de nuestro país, como hermano de un agente retirado de la Autoridad Portuaria, como admirador de toda la vida de las fuerzas del orden público y, simplemente, como un ciudadano estadounidense agradecido, espero con ansias la inauguración de lo que será uno de los mayores tributos de nuestro país a uno de sus mayores tesoros: los dedicados hombres y mujeres uniformados que mantienen seguro a este país y que nos enorgullecen a todos.
Gracias.