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Comunicado de prensa
Comunicado de prensa
Washington, DC
Estados Unidos
Gracias, Argelia Rodríguez, por sus gentiles palabras, y más importante aún, por su liderazgo transformador. A lo largo de la última década, han redefinido las estadísticas, las expectativas, y, más importante aun, las posibilidades para estudiantes de toda esta ciudad. Y con la ayuda del equipo dedicado de mentores, defensores y asociados de DC-CAP, han ayudado e inspirado a más de 13,000 estudiantes locales para que lograran ingresar a la universidad.
Esta noche, me siento honrado de acompañarlos - y a tantos padres, hermanos, profesores, mentores y amigos orgullosos - al celebrar a los graduados de este año. A los miembros de la Clase de 2010, felicitaciones.
Los diplomas que recibieron recientemente representan mucho más que cuatro años de estudios en algunas de las mejores universidades del país, y más que ocho años de participación en DC-CAP. También representan el compromiso de todos los que creyeron en su potencial. Representan su propia perseverancia. Y son prueba de la capacidad de ustedes de hacer lo que sus mentores de DC-CAP siempre los estimularon a que hicieran - seguir adelante.
La capacidad de seguir intentando, trabajando y aprendiendo es algo que todos ustedes comparten. Y les ha permitido a todos ustedes lograr algo contra todo pronóstico y superar las expectativas.
Sé que han habido momentos de duda y dificultad, y ocasiones en las que dudaron si podrían cumplir con tantas exigencias necesarias para obtener un título universitario. Pero han probado algo que sus padres, profesores y mentores siempre creyeron - que ustedes son extraordinarios.
Son extraordinarios por muchos motivos, pero uno tiene que ver con lo que escribió el gran escritor y activista de derechos civiles afroestadounidense, James Baldwin, a su sobrino en 1962, el 100º aniversario de la emancipación de los esclavos en los Estados Unidos.
"Se suponía que los límites de tu ambición serían definidos para siempre", escribió. "Se suponía que no aspirarías a la excelencia: se suponía que harías las paces con la mediocridad. Pero tú has...vencido esta intención. No existen límites, en realidad, para donde puedes llegar".
Como el sobrino de James Baldwin, no se esperaba que aspiraran a la excelencia. Muchos de ustedes han enfrentado desafíos sus vidas enteras. Han enfrentado problemas en sus vecindarios, escuelas y hogares. Y, debido a esto, se suponía que harían las paces con la mediocridad. Sin embargo, eligieron aspirar a la excelencia. Eligieron trabajar arduamente. Y, cuando sus profesores y mentores les instaron a que creyeran en sí mismos y en sus sueños, encontraron la fuerza y la confianza que necesitaban para hacer justamente eso.
En el gran espíritu de este país - el que, desde sus primeras épocas, ha superado todas las expectativas al vencer a un gran imperio, diseñar la más grandiosa democracia de la tierra, superar grandes guerras, grandes depresiones y grandes injusticias - ustedes han probado que la sabiduría convencional no siempre está correcta.
Por supuesto, no lo hicieron solos. Están aquí porque ese consejo crítico - el de "seguir adelante" - fue transmitido a ustedes por sus mentores de DC-CAP. Y estos líderes lo saben todo sobre la superación de expectativas. A lo largo de los últimos 10 años, han colocado a miembros del equipo en cada escuela pública y escuela pública experimental, y han ayudado a incrementar las tasas de inscripción en universidades por alumnos de la escuela pública de D.C. de menos de un tercio de los alumnos a más del 60 por ciento. Ustedes están aquí porque estuvieron dispuestos a escuchar a estos expertos y permitirles mostrarles cómo asumir el control de sus vidas y redefinir sus futuras posibilidades.
Pero también están aquí porque comprenden el poder y la importancia de establecer un objeto y trabajar continuamente para alcanzarlo. Comprenden lo que el Juez de la Suprema Corte afroestadounidense, Thurgood Marshall, quiso decir cuando mencionaba con frecuencia el poder de la "intención".
Recientemente, he pensado en el Juez Marshall. Recientemente, vi una obra de teatro con un solo actor, Laurence Fishburne, en el Kennedy Center. Hizo el papel del legendario Juez Marshall dando una conferencia en Universidad de Howard - una gran escuela que es hoy la alma màter de algunos de los graduados recientes presentes esta noche.
Como todos ustedes, Thurgood Marshall era alguien que constantemente lograba lo que quería contra todo pronóstico. Cuando nació, la idea de un hombre afroestadounidense en la Corte Suprema - o en la Casa Blanca o encabezando el Departamento de Justicia - era inconcebible. Sin embargo, el Juez Marshall superó las expectativas y las limitaciones de su época, logrando mucho para sí mismo y para los demás. A lo largo de su vida, argumentó con frecuencia que la intención es tan importante como cualquier logro. Y solía hacerles a las personas con quienes trabajaba, a quienes aconsejaba y enseñaba, la misma pregunta. "¿Cuál", preguntaba, "es la calidad de su intención?" El Juez Marshall creía que la intención no se distinguía de los resultados. En otras palabras, no hubiera llegado tan lejos - y servido a nuestro país tan noblemente - si no hubiera tenido la intención de hacer exactamente eso. Y ustedes no hubieran llegado tan lejos - y tenido tan buen desempeño en sus estudios - si no hubieran tenido como intención, y esperado, este futuro para ustedes; y no hubieran escuchado a los mentores que creyeron en su capacidad de obtener un diploma universitario.
Y ahora que han alcanzado este objetivo que parecía tan imposible, ha llegado el momento de mirar hacia el futuro. Ha llegado el momento de pensar en lo que viene a seguir y preguntarse, como imagino que lo haría el Juez Marshall si estuviera entre nosotros, "¿Cuál es la calidad de su intención ahora?" Al incursionar en sus nuevos futuros, fuera de los campus universitarios, ¿qué pueden - y qué deben - tener la intención de ver realizado en sus futuros?
Esta es una pregunta que deben contestarse ustedes mismos. Nadie ha logrado jamás realizarse viviendo el sueño de otra persona. Cada uno de ustedes sabe lo que quiero decir. A pesar de que el equipo de DC-CAP los ayudó a ingresar - y permanecer - en la universidad, solo los acompañó la mitad del camino. Ustedes lograron recorrer el camino completo. ¿Por qué? Porque el sueño de graduarse de la universidad se volvió propio. Y, ahora que tienen un título universitario, muchas personas les dirán qué deben hacer a seguir - qué empleo aceptar o qué seguir estudiando. Pero ustedes - y solo ustedes - pueden tomar esa decisión final de intención. Hagan esa decisión específica. Hagan que sea grandiosa. Pero hagan que sea de ustedes.
Al seguir adelante, al seguir descubriendo en qué son buenos y que aman, quiero instarlos - con la mayor fuerza posible - a que piensen sobre y planeen cómo le van a retribuir a la sociedad. Sí, sé que estamos aquí para celebrar sus logros y experiencias. Y, después de años de trabajo arduo, sé que lo último que desean es pensar sobre sus nuevas responsabilidades. Pero es precisamente eso lo que deben hacer.
Sin importar cuál sea su camino, siempre deben recordar la inversión enorme que se ha realizado en ustedes, no solo por sus familias, sus profesores y mentores, sino también por nuestra sociedad. El privilegio de recibir una educación universitaria viene, creo yo, con una obligación. Y ahora deben hacer su parte para mejorar al mundo que los rodea.
Como la fantástica oradora estudiante de este año, Renee Prather-Hairston, muchos de ustedes pasaron a ser los primeros en su familia a recibir un diploma universitario, pero todos ustedes tienen ahora la oportunidad de ayudar a otras personas a lograr un éxito similar. Las muchas personas que les brindaron apoyo y creyeron en ustedes les abrieron las puertas a las oportunidades. Pueden honrar su inversión y su fe en ustedes encontrando maneras de ayudar y preparar a los demás. Nadie - ni yo, ni nadie - puede vencer todas las dificultades solo. Así como ustedes seguirán pidiendo el apoyo de su red de DC-CAP, también deben buscar oportunidades de ser mentores de jóvenes que luchan por realizar su potencial. Ahora que ya tienen una educación universitaria, el servicio es más que solo una posibilidad entre muchas; es una responsabilidad que dura toda la vida.
Ustedes deben abrazar esta responsabilidad - y, de hecho, recibirla con los brazos abiertos - con el mismo entusiasmo y la misma dedicación que han exhibido durante sus años en la escuela secundaria y la universidad. Están listos y bien equipados para aplicar su energía, sus destrezas y su compasión en mejorar nuestra sociedad y las vidas de otras personas.
Sé que muchos de ustedes ya están cumpliendo con esta responsabilidad. Varios de ustedes están trabajando como voluntarios en sus comunidades. Y algunos de ustedes están "pagando hacia adelante", como dice el refrán, a través de DC-CAP al actuar como mentores de futuros alumnos de la escuela secundaria de D.C.
Tomemos como ejemplo a Dontrell Smith. Dontrell es uno de los recientes graduados de Universidad de Howard aquí esta noche. También es el destinatario del Premio al "Más Perseverante" de este año. Dontrell ya está planeando una carrera en el servicio público. Y está apuntando alto. Entiendo que desea trabajar para el Departamento de Justicia como Agente Especial del Buró Federal de Investigaciones [Federal Bureau of Investigation (FBI)]. Después de "un par de décadas" investigando los delitos de cuello blanco, planea ser candidato para el Consejo de D.C. Pero eso no es todo. Después, dijo, le gustaría ser el Intendente de Washington, D.C., y, en sus propias palabras, "reconstruir esta sociedad, reconstruir sus sistemas escolares y reconstruir su mercado de trabajo". Ahora, ¡a eso me refiero cuando hablo de establecer expectativas altas!
Me anima que Dontrell, y tantos de ustedes, estén planeando seguir el ejemplo que docenas de sus mentores de DC-CAP han establecido al ayudar a mejorar los vecindarios y comunidades en las que ustedes crecieron. Esta ciudad - y nuestro país - tiene gran necesidad de su asistencia y sus talentos. Si bien hemos probado a lo largo de los últimos años que el cambio es posible, sigue habiendo injusticia en demasiadas de nuestras escuelas, tribunales y lugares de trabajo. Mientras tanto, enfrentamos peligros sin precedentes contra nuestra seguridad en las formas de terrorismo, violencia, delincuencia y enfermedades. La generación de ustedes tendrá la responsabilidad de llevar a nuestro país hacia un futuro más justo y con mayor seguridad.
Pero primero, cada uno de ustedes debe preguntarse qué objetivos desea alcanzar y qué sueños desea hacer realidad - para ustedes mismos y para los demás. Una vez que hagan esto, el consejo que les puedo dar es simple y es algo que ya han escuchado muchas veces: sigan adelante. Sigan trabajando arduamente. Sigan venciendo los obstáculos. Todos ustedes han probado que son capaces de lograr la excelencia. Esperamos mucho de ustedes. Están entre los mejores y los más brillantes. Son el futuro de nuestra comunidad y nuestra nación. No tengo dudas de que cumplirán con las expectativas que tenemos para ustedes y que este es solo el comienzo de su éxito.
Estoy orgulloso de todos ustedes. Estoy agradecido a todas las personas que les brindaron apoyo. Y me siento honrado de acompañarlos en celebrar lo que han logrado, y seguramente lograrán, estos graduados. Me complacerá enterarme de lo que decidan hacer, y cómo eligen servir a los demás. Las necesidades de nuestra nación son muchas, así como la necesidad de un cambio positivo. Confío en que podrán satisfacer esas necesidades y convertirse en líderes de la próxima generación de grandes ciudadanos estadounidenses.
Felicitaciones, y buena suerte.