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Speech
Washington
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Washington, DC
Estados Unidos
Buenos días, Sr. Presidente, Senador Sessions y miembros distinguidos del Comité. Me complace estar aquí hoy para hablar de la importante labor del Departamento de Justicia. Una de las cosas que prometí durante mi audiencia de confirmación fue que vendría periódicamente, y el año pasado, tuve el privilegio de presentarme frente al comité en tres ocasiones, sin contar mi audiencia de confirmación. Y en los catorce meses que pasaron desde que asumí como Secretario de Justicia de los EE.UU., tuve el placer de trabajar de cerca con muchos de ustedes. Quiero agradecerles a todos por su asociación y su apoyo constante a los miles de hombres y mujeres que sirven en el Departamento y trabajan sin descanso para proteger a nuestro país, hacer valer nuestras leyes, defender nuestros intereses en los tribunales y garantizar la integridad de nuestro sistema judicial.
Hoy, se me ha pedido que les informe sobre el progreso, las prioridades y los objetivos del Departamento de Justicia. Me enorgullece contarles lo que hemos logrado y lo que planeamos lograr.
Aun antes de que tomara el juramento de mi cargo el pasado mes de febrero, le hice una promesa a cada miembro de este Comité. Prometí que, bajo mi liderazgo, el Departamento de Justicia lucharía por alcanzar un conjunto de objetivos cruciales: combatir el terrorismo, luchar contra el delito, hacer valer nuestras leyes de manera no partidaria, y dar nuevo vigor al compromiso del Departamento con la integridad, la transparencia y los resultados. También prometí que en nuestra labor más importante – la de proteger al pueblo estadounidense – el Departamento de Justicia dirigiría con fortaleza y con su ejemplo, y que usaríamos todas las herramientas a nuestra disposición para mantener seguro al pueblo estadounidense.
Nunca supuse que cumplir estas promesas sería una tarea fácil. A fin de cuentas, la nuestra es una época de demandas crecientes y recursos limitados. Y, mientras enfrentábamos amenazas sin precedentes, nuevas responsabilidades y decisiones difíciles, el Departamento de Justicia logró un progreso histórico.
En el último año, además de trabajar sin descanso para proteger a nuestro país del terrorismo y otras amenazas, hemos reforzado otras misiones tradicionales del Departamento. Hemos redoblado nuestra labor para proteger el medio ambiente, así como también a nuestras comunidades más vulnerables. Hemos reforzado nuestra misión de proteger los derechos civiles en nuestros lugares de trabajo, mercados de vivienda, urnas y zonas fronterizas. Hemos logrado grandes avances para asegurar que nuestras prisiones sean seguras y tengan como objetivo la rehabilitación, que no solo es una política humanitaria, sino también una política inteligente, ya que la reducción de la reincidencia hace que todos estemos más seguros. Y, como parte de nuestro enfoque para asegurar nuestra economía y combatir el fraude hipotecario y financiero, el Departamento ha lanzado, y ahora encabeza, la Unidad Especial de Control contra el Fraude Financiero que el Presidente Obama solicitó el año pasado, usando herramientas legales brindadas por este Comité.
Al mismo tiempo, el Departamento de Justicia está trabajando para hacer que nuestras leyes criminales sean más justas. El año pasado, lanzamos una de las revisiones más completas de la historia de la política federal de emisión de sentencias. Sé que cada miembro de este Comité comparte nuestro objetivo guía: garantizar que las prácticas de emisión de sentencias sean inteligentes, duras, predecibles y justas. Quiero agradecer a este Comité y a todo el Senado por el paso crucial que tomó el mes pasado al aprobar de manera unánime una reducción drástica en la disparidad entre las sentencias por cocaína crack y cocaína en polvo. Me resulta absolutamente alentador ver unirse al Comité bipartidariamente para solucionar esta injusticia de larga data. La disparidad de 100 a 1 debilita la confianza en el sistema de justicia criminal y le quitaba recursos al enjuiciamiento de organizaciones de narcotráfico a gran escala. Estas reformas servirán a los objetivos de las fuerzas del orden público y al mismo tiempo garantizarán la justicia en la emisión de sentencias.
De cara al futuro, espero que el Comité Judicial ayude al Departamento a lograr sus objetivos y cumplir con sus responsabilidades confirmando los nominados de las fuerzas del orden público del Presidente con mayor prontitud. Actualmente 19 nominados a Fiscales Federales y 17 nominados a Alguaciles Federales están a la espera de la decisión del comité. Una acumulación de esta magnitud no es usual. He hablado con el Presidente del Comité y el Miembro sobre esta inquietud y espero que sea tratada sin mayores demoras.
Todos los días, los profesionales dedicados del Departamento de Justicia nos ayudan a luchar nuestra guerra en curso contra un enemigo que sigue atacándonos tanto aquí como en el extranjero. En el último año, me enorgullece decir que el Departamento, trabajando de cerca con nuestros asociados en las comunidades de inteligencia y seguridad nacional, tuvo un éxito extraordinario en el desbaratamiento de complots, la obtención de inteligencia y la incapacitación de terroristas.
Detectamos y desbaratamos un complot para atacar el sistema de trenes subterráneos de Manhattan con bombas explosivas que podrían haber matado a muchos estadounidenses en lo que hubiera sido uno de los ataques más funestos, o el más funesto, desde el 11 de septiembre de 2001. Najibullah Zazi ya se ha declarado culpable de los cargos de terrorismo en este caso y también hemos acusado a muchos de sus asociados por participar en el complot y delitos relacionados.
Aseguramos una declaración de culpabilidad de David Headley por asistir en los ataques mortales en Mumbai en noviembre de 2008 y por tramar otro ataque en Dinamarca. Como parte de su declaración de culpabilidad, ya ha brindado inteligencia muy valiosa al gobierno sobre actividades terroristas en el extranjero.
Hemos obtenido la cooperación de Umar Farouk Abdulmutallab, quien intentó hacer explotar una aeronave que estaba por aterrizar en Detroit en la Navidad del año pasado. Si bien obviamente no puedo comentar la inteligencia que brindó, sí les puedo decir que no solo ha sido valiosa, si no que también produjo pistas procesables.
Condenamos a Aafia Siddiqui por intento de asesinar a agentes del Ejército y las fuerzas del orden público de los Estados Unidos en Afganistán. Siddiqui es una física paquistaní capturada en Afganistán con explosivos e información sobre armas nucleares, químicas y biológicas y descripciones de monumentos estadounidenses. Luego abrió fuego contra personal estadounidense. El Departamento de Justicia bajo el gobierno de Bush la acusó formalmente en un tribunal federal en 2008. Siddiqui fue condenada hace algunas semanas en Nueva York.
La mayor parte de este trabajo fue realizado por profesionales de carrera no impulsados por ninguna ideología que no fuera la lealtad hacia nuestro país y el compromiso con mantener seguro a nuestro pueblo. Ellos trabajan duro y, lo que es más importante, obtienen resultados.
Desde el 11 de septiembre de 2001, el Congreso le ha otorgado al Departamento de Justicia autoridades amplias e importantes recursos para combatir el terrorismo. El Departamento ha usado esos recursos con eficacia y obtuvo 160 condenas por delitos de terrorismo y 240 condenas por delitos relacionados con el terrorismo.
Ahora, en un momento en que se han planteado preguntas sobre el papel de nuestros tribunales, es importante destacar que la mayoría de estas condenas se produjo durante el último gobierno, que hizo del sistema de justicia criminal un componente integral de su estrategia de contraterrorismo. El gobierno de Bush usó el sistema de justicia criminal para interrogar, enjuiciar y encarcelar a terroristas por la misma razón que el gobierno de Obama: es una herramienta extremadamente eficaz para garantizar la justicia y proteger la seguridad del pueblo estadounidense.
Permítanme aclarar: este gobierno usará todas las herramientas a su disposición para luchar contra el terrorismo. Eso incluye tanto a tribunales civiles como a comisiones militares. De hecho, ya hemos referido seis casos para que sean enjuiciados en comisiones. No cabe duda de que referiremos otros casos. Hemos distribuido la totalidad de nuestros recursos de inteligencia, militares y de las fuerzas del orden público para derrotar a los terroristas y hemos logrado resultados significativos.
Sería poner en riesgo esos resultados prohibir el uso del sistema de justicia criminal para enjuiciar a terroristas, como han propuesto algunos miembros del Congreso, y esto además debilitaría gravemente nuestra seguridad nacional. En vez de utilizar un enfoque estrecho en la lucha contra el terrorismo, debemos ser flexibles, pragmáticos y enérgicos. Y, en todas las circunstancias, debemos elegir el arma con la mayor eficacia.
Habiendo dicho esto, sé que todos ustedes tienen preguntas sobre el enjuiciamiento de las personas acusadas de tramar los ataques del 11 de septiembre. No se ha tomado una decisión final sobre el foro en que se enjuiciará a Khalid Sheikh Mohammed y a sus codemandados.
Como he dicho desde el principio, es una decisión difícil. Calculo que a esta altura, todos tienen en claro que existen muchos factores legales, prácticos y de seguridad nacional a analizar en este caso. Por consiguiente, existen muchas perspectivas sobre cuál es el foro más adecuado y eficaz. Al tomar esta decisión, puedo asegurarles que este gobierno solo tiene un objetivo primordial: asegurarse de que se haga justicia en este caso. En la búsqueda de la justicia, haremos valer la ley y protegeremos al pueblo estadounidense.
Hoy, quiero que todos sepan que sigo valorando, y trabajaré para respetar, la confianza que este Comité ha depositado en mí. También quiero reafirmar mi promesa que, mientras tenga el privilegio de servir como Secretario de Justicia de los EE.UU., el Departamento de Justicia será un instrumento de nuestra Constitución y un servidor del pueblo estadounidense: no de ningún partido o ideología política.
Seguiremos trabajando para proteger la seguridad de nuestro país, promover los mejores intereses del pueblo estadounidense y fortalecer los valores que han hecho que nuestro país sea un modelo para el mundo.
Gracias nuevamente por esta oportunidad de comentar la labor esencial del Departamento de Justicia. Estoy listo para responder a sus preguntas.