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Comunicado de prensa

Exembajador de los Estados Unidos y funcionario del Consejo de Seguridad Nacional admite haber actuado en secreto como agente del gobierno cubano y recibe sentencia de 15 años

Para Divulgacion Inmediata
Oficina de Asuntos Públicos

Víctor Manuel Rocha, de 73 años, de Miami, Florida, exempleado del Departamento de Estado de los Estados Unidos que sirvió en el Consejo de Seguridad Nacional de 1994 a 1995 y como embajador de los Estados Unidos en Bolivia de 2000 a 2002, hoy se declaró culpable de actuar en secreto durante décadas como agente del gobierno de la República de Cuba. Inmediatamente después, un juez federal condenó a Rocha a la pena máxima legal de 15 años de prisión por sus delitos penales.

“La declaración de culpabilidad y la sentencia de hoy ponen fin a más de cuatro décadas de traición y engaño por parte del acusado”, expresó el fiscal general adjunto Matthew G. Olsen de la División de Seguridad Nacional del Departamento de Justicia. “Rocha admitió haber actuado como agente del gobierno cubano al mismo tiempo que ocupaba numerosos cargos de confianza en el gobierno de los Estados Unidos, una asombrosa traición al pueblo estadounidense y un reconocimiento de que cada juramento que hizo a los Estados Unidos fue una mentira”.

“Víctor Manuel Rocha actuó en secreto durante décadas como agente de una potencia extranjera hostil. Pensó que la historia de su misión encubierta a Cuba nunca sería contada porque tenía la inteligencia, el conocimiento y la disciplina para no ser detectado nunca. Rocha subestimó esas mismas habilidades en los fiscales y agentes del orden público que trabajaron incansablemente para llevarlo ante la justicia por traicionar su juramento a este país”, señaló el fiscal federal Markenzy Lapointe para el Distrito Sur de Florida. “Soy consciente de que la actividad delictiva de décadas de Rocha en nombre del gobierno cubano es especialmente dolorosa para muchos en el sur de Florida. La voluntad de Rocha de cooperar, como lo exige su acuerdo de culpabilidad, es importante, pero no cambia la gravedad de su mala conducta o su abuso clandestino de la confianza depositada en él. La sentencia de 15 años de prisión de Rocha, el castigo máximo por sus delitos penales, envía un poderoso mensaje a quienes actúan o quieren actuar ilegalmente en los Estados Unidos para un gobierno extranjero: los buscaremos en cualquier lugar, en cualquier momento y los procesaremos con todo el peso de la ley”.

La jueza del Tribunal Federal de Distrito, Beth Bloom, aceptó la declaración de culpabilidad de Rocha por los cargos 1 y 2 de la acusación formal, que le atribuyen conspiración para actuar como agente de un gobierno extranjero y conspiración para defraudar a los Estados Unidos y actuar como agente de un gobierno extranjero sin notificación según lo exige la ley.

A continuación, la jueza condenó a Rocha a la pena máxima legal por los cargos penales: 15 años de prisión, multa de $500,000 dólares estadounidenses, tres años de libertad supervisada y una cuota especial. La jueza también impuso importantes restricciones a Rocha.

Según los términos del acuerdo de culpabilidad de las partes, Rocha tiene que cooperar con los Estados Unidos, incluido el asistir con cualquier evaluación de daños relacionados con su trabajo en nombre de la República de Cuba. Rocha debe renunciar a todos los beneficios de jubilación futuros, incluidos los pagos de pensiones, que los Estados Unidos le debe por su antiguo empleo en el Departamento de Estado. Rocha también debe ceder a los Estados Unidos cualquier ganancia que tenga derecho a recibir en relación con cualquier publicación relacionada con su conducta delictiva o su servicio al gobierno de los Estados Unidos.

“A pesar de haber hecho un juramento de defender la Constitución de los Estados Unidos, Rocha traicionó a los Estados Unidos al trabajar en secreto como agente cubano durante décadas”, apunta la subdirectora ejecutiva Larissa L. Knapp de la División de Seguridad Nacional del FBI. “Después de años de mentir y poner en peligro la seguridad nacional y a los ciudadanos estadounidenses, finalmente aceptó la responsabilidad de sus acciones y recibió la pena máxima de prisión. Esto debería servir como aviso a nuestros adversarios de que el FBI trabajará incansablemente para detener a los servicios de inteligencia extranjeros y a cualquiera que trabaje con ellos en contra de los intereses de los Estados Unidos y procesarlos con todo el peso de la ley”.

“Víctor Manuel Rocha fue sentenciado hoy a 15 años de prisión por engañar a nuestra nación”, señaló el agente especial a cargo Jeffrey B. Veltri de la Oficina de Campo del FBI en Miami. “Incumplió descaradamente el juramento que tomó voluntariamente como empleado del Departamento de Estado e ignoró la lealtad a los Estados Unidos que es inherente a ese juramento. Como lo demuestra este caso, la amenaza de contrainteligencia que enfrenta nuestra nación es real, generalizada y tiene el potencial de causar un gran daño a nuestra seguridad nacional. Quiero felicitar a la Fiscalía Federal para el Distrito Sur de Florida por su estrecha colaboración en este asunto tan delicado. También quiero agradecer a nuestra Oficina de Campo en Washington y a nuestra División de Contrainteligencia, así como a la División de Seguridad Nacional del Departamento de Justicia y al Servicio de Seguridad Diplomática del Departamento de Estado por sus valiosas contribuciones a este caso”.

“La investigación de este delito demuestra la amenaza sostenida de los servicios de inteligencia hostiles”, expresó el subdirector de Operaciones Nacionales, Andrew Wroblewski, del Servicio de Seguridad Diplomática (DSS) del Departamento de Estado de los Estados Unidos. “La declaración de culpabilidad y la sentencia de hoy son otro ejemplo de nuestro compromiso de trabajar satisfactoriamente junto con nuestros colaboradores federales del orden público en la persecución de aquellos que comprometen la seguridad de los Estados Unidos”.

Al declararse culpable, Rocha admitió que, desde 1973 y hasta el momento de su arresto, apoyó secretamente a la República de Cuba y su misión clandestina de recopilación de inteligencia contra los Estados Unidos sirviendo como agente encubierto de la Dirección General de Inteligencia de Cuba.

Según admitió él mismo, para promover ese papel, Rocha obtuvo empleo en el Departamento de Estado de los Estados Unidos, donde trabajó entre 1981 y 2002, en puestos que le brindaron acceso a información no pública, incluida información clasificada, y la capacidad de afectar la política exterior de los Estados Unidos. Además de servir como embajador de los Estados Unidos en Bolivia y en el Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, la carrera de Rocha incluyó un período como vicesecretario principal de la Sección de Intereses de los Estados Unidos del Departamento de Estado en La Habana, Cuba, de 1995 a 1997. Después de que terminó su empleo en el Departamento de Estado, Rocha participó en otros actos destinados a apoyar a los servicios de inteligencia de Cuba.

Rocha mantuvo en secreto su condición de agente cubano para protegerse a sí mismo y a los demás, y para permitirse la oportunidad de participar en actividades clandestinas adicionales. Rocha proporcionó información falsa y engañosa a los Estados Unidos para mantener su misión secreta y viajó fuera de los Estados Unidos para reunirse con agentes de inteligencia cubanos.

En una serie de reuniones durante 2022 y 2023, con un agente encubierto del FBI haciéndose pasar por un representante encubierto de la Dirección General de Inteligencia cubana, Rocha hizo repetidas declaraciones admitiendo sus “décadas” de trabajo para Cuba, que abarcan “40 años”. Cuando el agente encubierto le dijo a Rocha que era “un representante encubierto aquí en Miami” cuya misión era “contactarle, presentarme como su nuevo contacto y establecer un nuevo plan de comunicación”, Rocha respondió: “Sí” y procedió a entablar largas conversaciones durante las cuales describió y celebró su actividad como agente de la inteligencia cubana. A lo largo de las reuniones, Rocha se comportó como un agente cubano, refiriéndose constantemente a los Estados Unidos como “el enemigo” y utilizando el término “nosotros” para describirse a sí mismo y a Cuba. Rocha también elogió a Fidel Castro como el “Comandante” y se refirió a sus contactos en la inteligencia cubana como sus “compañeros” y a los servicios de inteligencia cubanos como la “Dirección”.  Rocha calificó su labor como agente cubano como “enorme… Más que un grand slam”, y aseveró que lo que hizo “fortaleció a la Revolución… inmensamente”.

La Oficina de Campo del FBI en Miami investigó el caso, con valiosas contribuciones de la Oficina de Campo del FBI en Washington y el Servicio de Seguridad Diplomática (DSS) del Departamento de Estado de los Estados Unidos.

Los fiscales federales adjuntos Jonathan D. Stratton y John C. Shipley del Distrito Sur de Florida, junto con las abogadas litigantes Heather M. Schmidt y Christine A. Bonomo de la Sección de Contrainteligencia y Control de Exportaciones de la División de Seguridad Nacional procesaron el caso.

Toda persona que tenga información puede llamar al 1-800-CALL-FBI (800-225-5324) o visitar tips.fbi.gov.

Actualizado 12 de abril de 2024

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Counterintelligence
National Security
Número de comunicado de prensa: 24-443