Pasar al contenido principal

Abuso financiero

Historias

Explotación financiera (fraude) cometida por un cónyuge

John, 68, y Bernice, 65, se casaron en segundas nupcias. John trabajaba como ingeniero y Bernice se quedaba en el hogar.  Juntos, habían comprado 22 acres con una segunda casa para su jubilación. Con la intención de subsanar la mala relación que ella tenía con sus tres hijos de su primer matrimonio, Bernice le pidió a John que agregara a un hijo al título de propiedad. John aceptó. Mientras John se encontraba en un viaje de negocios, Bernice le envío las últimas tres páginas para que las firmara. Él las firmó y reenvió el formulario. Sin saberlo, él había firmado un formulario cediéndole toda la propiedad a Bernice, quien luego “le regaló” la propiedad a su hijo. John contactó a un abogado.


Explotación financiera (robo de identidad) por parte de un hijo adulto

Joseph y Malvina, ambos de 80 años y retirados, habían acogido a su hija después de que fuera liberada de prisión. Poco tiempo después de que se mudara, la pareja recibió una factura de tarjeta de crédito de 8,347 dólares, otra de 12,694 dólares y una tercera de 10,012 dólares.  La pareja no tenía idea de que su hija había usado sus tarjetas de crédito o de que había abierto cuentas de tarjeta de crédito adicionales a nombre de su madre. Ahora Joseph y Malvina afrontaban deudas significativas.  El otro hijo adulto de la pareja se contactó con Servicios de Protección del Adulto (APS), la compañía de tarjetas de crédito y la Comisión Federal de Comercio [Federal Trade Commission (FTC)].


Abuso financiero (robo) por parte de custodio/curado

Monte, 82, tenía un grado moderado de demencia y requería custodia por su enfermedad en proceso de deterioro.  Lamentablemente, Monte nunca le había otorgado un poder notarial a su único hijo, Samson.  Además, Monte ya no tenía capacidad mental suficiente para ejecutar un poder notarial para Samson, que ahora vivía fuera del estado. El asistente personal de Monte, John, manejaba por él todas las transacciones financieras de Monte.  Samson estaba preocupado por el acceso de John a las finanzas de su padre y revisó los resúmenes de cuenta de Monte cuando visitó a su padre durante el verano. Samson descubrió que varias veces John había tomado más de 3000 dólares de una de las cuentas poco usadas de Monte.  Samson contactó a la compañía inversora, a las fuerzas del orden público local y a Servicios de Protección del Adulto (APS) para obtener ayuda.


Explotación financiera (uso indebido de un poder) por parte de un familia

Russell, 88, necesitaba ayuda para manejar sus asuntos cotidianos. Su sobrino, Jack, estaba sin trabajo y se ofreció a ir a vivir con Russell y ayudarlo mientras Jack buscaba trabajo. Jack llevó a su tío al banco diciéndole que quería proteger el dinero de Russell.  Russell le dijo al cajero del banco que quería agregar a Jack a sus cuentas bancarias.  Luego Jack descargó un poder de Internet e hizo que Russell lo firmara.  Con el poder notarial, la compañía emisora de la tarjeta de crédito de Russell agregó a Jack como segundo usuario de su tarjeta. Cuando la hermana de Russell lo visitó, le preguntó por la situación.  Russell le dijo que pensaba que su sobrino le estaba robando dinero. Ella y Russell fueron al banco y se enteraron de que Jack había gastado una cantidad considerable del dinero de su tío.  La hermana alertó a los empleados del banco, a Servicios de Protección del Adulto (APS) y las fuerzas del orden público local. Russell solicitó una orden de protección civil de emergencia para desalojar a Jack de su casa.


Explotación financiera (robo) cometida por un amigo

Ya, 84, se hizo amiga de Michelle, 72, en una clase de computación en el centro para ancianos. Con su propia computadora, Michelle creó una cuenta en línea para ayudar a Ya a pagar sus cuentas. Sin embargo, Michelle escribió cheques para algunas de sus propias facturas además de las de Ya.  Ya no sabía que Michelle estaba escribiendo cheques para ella misma hasta que vio un cheque rechazado hecho a una empresa de teléfonos móviles. Ya no tenía teléfono móvil.  Cuando revisó su cuenta, Ya descubrió que la mayor parte de su dinero había desaparecido.  Ya se comunicó con las fuerzas del orden público local y le pidió a su banco que investigara.


Explotación financiera (intercambio de promesas) por parte de conocid

Barbara, 76, una funcionaria jubilada del gobierno federal de alto rango, era independiente y vivía sola.  Se le había diagnosticado recientemente mal de Alzheimer y sabía que necesitaría más ayuda en el futuro.  Barbara le pidió a Margie, una ex vecina que acababa de divorciarse, que se mudara con ella. Con el tiempo, acordaron que Margie cuidaría a Barbara en sus últimos años y que, a cambio, Barbara le daría alimentos y vivienda a Margie.  Barbara le dio a Margie un poder notarial para que tuviera acceso a sus cuentas y la nombró única beneficiaria de su cartera de inversiones. Después de varios meses, Barbara observó que sus cuentas estaban casi vacías y llamó a las fuerzas del orden público local, que a su vez notificaron a Servicios de Protección del Adulto (APS).

Explotación financiera (productos inadecuados) por parte de corredor de inversione

Jackie era una corredora de inversiones exitosa.  Tenía la reputación de hacer ricos a sus clientes.  Recientemente, Julio, 80, le había pedido asesoría financiera a Jackie.  Ella le recomendó inversiones que tenían un alto potencial de crecimiento, pero eran arriesgadas para adultos mayores.  Cuando la hija de Julio revisó su cartera de inversiones, se dio cuenta de que tenía inversiones que no tendrían dividendos en 30 años y que no le servirían a Julio.  Julio se comunicó con la Comisión de Negociación de Futuros de Productos Básicos [Commodity Futures Trading Commission (CFTC)] para verificar los antecedentes de profesionales financieros, la Comisión de Bolsa y Valores [Securities and Exchange Commission ( SEC)] y Servicios de Protección del Adulto (APS).


Explotación financiera (fraude de inversión) por parte de asesor financier

Millie, 63, era una empleada de la cafetería de una escuela pública que ahorraba para su jubilación y quería ayudar a su nieto a ir a la universidad. Un amigo le recomendó a Tom, un asesor financiero amable y amistoso. Millie no entendía el mercado de valores pero, después de participar en un seminario sobre jubilación, confió en Tom para que invirtiera su dinero. Cuando quiso darle a su nieto dinero para pagar la universidad, Millie se enteró de que la mayoría del dinero que había invertido había desaparecido. Tom había creado resúmenes de cuenta falsos que mostraban que Millie estaba ganando dinero.  Millie se comunicó con la empresa de Tom y lo denunció ante el Secretario de Justicia y Servicios de Protección del Adulto (APS) de su estado.


Explotación financiera (fraude de inversión) por parte de un preparador de impuestos

Alex, un contador, daba descuentos para preparación de impuestos a clientes de más de 65 años de edad. Fue armando una clientela de adultos solteros mayores adinerados, viudos y viudas, y encontró maneras de conseguirles reembolsos de impuestos.  Muchos de los clientes de Alex le dieron poderes notariales; también se desempeñaba como su asesor financiero. A pedido de ellos, Alex les daba a sus clientes un estado de cuenta. De lo contrario, llamaba a los clientes con buenas noticias sobre sus inversiones o sobre agujeros impositivos que aprovechaba a favor del cliente. Cuando el hijo de un cliente se enteró que el título de la casa de su padre estaba a nombre de Alex, examinó las finanzas de su padre y descubrió que Alex controlaba todos los bienes de su padre.  El hijo del cliente contactó al Secretario de Justicia, IRS y Servicios de Protección del Adulto (APS) en el estado de su padre.


Explotación financiera (falsificación) cometida por cuidador profesiona

Amarjit, 91, pagaba sus propias facturas. Cuando abrió el resumen de cuenta de su banco, notó que se habían emitido cuatro cheques de 150 dólares a nombre de su ayudante médico domiciliario.  Él sabía que no había escrito ni firmado los cheques. Amarjit se comunicó con su banco y las fuerzas del orden público local.


Explotación financiera (poder notarial obtenido indebidamente) por parte de cuidador profesional

Roman, 84, estaba postrado en cama.  Contrató a Bob para obtener servicios de cuidados.  Poco tiempo después, Bob falsificó la firma de Roman para crear un poder notarial (POA, por su sigla en inglés) que le daba a Bob el poder de actuar en lugar de Roman.  Usando este poder notarial ilegal, el banco le permitió a Bob colocar su nombre en las cuentas de ahorro y las cuentas corrientes de Roman.  Bob le explicó al banco que Roman había aceptado el cambio, pero no podía estar presente porque estaba postrado en cama.  Bob luego puso la dirección de su propia casa en las cuentas de Roman.  Roman se preocupó cuando dejó de recibir resúmenes mensuales de cuenta del banco.  Roman se contactó inmediatamente con el banco y las fuerzas del orden público local.


Explotación financiera (fraude) por parte de beneficiario representante

Aparentemente, Carollee cuidaba bien a los ancianos, entre ellos veteranos de guerra, que vivían en el hogar grupal en el que trabajaba. Debido a que la mayoría de los residentes eran discapacitados y no tenían familia que los representara, Carollee pasó a ser beneficiaria representante de sus beneficios de seguro social y como veteranos. Al cartero habitual le pareció llamativo el hecho de empezar a entregar más de 30 sobres de beneficios del seguro social y para veteranos a la casa de Carollee todos los meses.  Pensó que vivía sola, por lo que se lo notificó al inspector postal local a través del Servicio de Inspección Postal de los EE.UU. https://www.uspsoig.gov/hotline, los Asuntos de Veteranos y Servicios de Protección del Adulto (APS).


Explotación Financiera (producto indebido) por parte de corredor hipotecari

John, 68, quería asegurar la manutención de su esposa, Vickie, 62, y dejarles dinero a sus hijos cuando falleciera.  Él y su esposa creían que su casa ofrecería esta seguridad económica una vez que ambos se jubilaran. Menos de un año después de su jubilación, John tuvo un derrame cerebral masivo y falleció.  Vicky se comunicó con un corredor hipotecario que conoció por un anuncio en una revista local.  El corredor hipotecario persuadió a Vicky, que había recibido un diagnóstico de demencia, de firmar una hipoteca inversa sobre su casa.  La hija de Vickie se enteró de la transacción y se comunicó con las fuerzas del orden público local y el prestamista hipotecario de Vickie.

Explotación financiera (robo de identidad por Internet) por parte de un extraño

Naira, 71, era soltera, discapacitada y jubilada.  Cuando le llegó un correo electrónico de su banco pidiéndole que verifique sus números de cuenta, Naira cumplió. Luego abrió un correo electrónico que pensaba que era de un funcionario gubernamental que investigaba casos de fraude con Medicare.  El correo electrónico le pedía que diera su número de Medicare para verificar que no hubiera ningún fraude en su cuenta. Cuando el gerente de su banco llamó para confirmar si ella realmente quería cerrar sus cuentas, Naira se enteró de que el dinero de sus cuentas de ahorro y cuenta corriente había desaparecido. Le contó al gerente del banco sobre el correo electrónico del banco y él le dijo que debía haber sido un ardid. Cuando ella le explicó que había dado su número de Medicare después del segundo correo electrónico, el gerente del banco contactó a los Centros de Servicios de Medicaid y Medicare, el Buró Federal de Investigaciones y Servicios de Protección del Adulto (APS).


Explotación financiera (fraude) cometida por un nuevo amor

Arturo era un peluquero popular. Era simpático y amable con viudas y mujeres mayores y a menudo invitaba a cenar a clientas que parecían tener dinero. Durante estas cenas, Arturo hablaba de sus problemas financieros. Algunas clientas le daban la información de sus cuentas bancarias y lo incluían en sus cuentas, “por las dudas”.  Arturo ayudó a tres de estas mujeres adineradas a manejar sus inversiones inmobiliarias.  Dos de ellas hasta lo hicieron copropietario de sus casas.  Cuando una clienta falleció, el albacea descubrió que se habían vaciado las cuentas de banco y de inversiones, que su casa ahora le pertenecía a Arturo y que faltaban reliquias familiares.  El albacea se comunicó con Servicios de Protección del Adulto (APS), las fuerzas del orden público local y el FBI.


Explotación financiera (ardid del nieto) por parte de un extraño

Charlie, 82, recibió una llamada de un “alguacil” en Nueva Orleáns.  Le dijo que el nieto de Charlie había sido arrestado por estado de ebriedad. Para que fuera liberado, el alguacil dijo que alguien debía pagar la multa del nieto y que sus padres no estaban en la casa. El alguacil le dijo a Charlie que transfiriera dinero a una dirección en línea. Después de entregar el dinero, Charlie recibió una llamada de quien él pensaba que era su nieto diciéndole que necesitaba dinero para llegar a su casa desde Nueva Orleáns.  Charlie comenzó a sospechar cuando le hizo algunas preguntas personales a la persona que alegaba ser su nieto y no pudo responderlas.  La llamada finalizó amablemente.  Luego Charlie llamó a una oficina local cercana del Buró Federal de Investigaciones (FBI) para denunciar el incidente y presentó una denuncia en línea ante el Centro de Denuncias de Delitos Cibernéticos del FBI.


Explotación financiera (ardid de reparaciones hogareñas) por parte de un extraño

A los 83 años, Shirley era una abogada jubilada que vivía sola después del fallecimiento de su esposo.  Se le había dificultado mantenerse al día con las reparaciones de su casa. Un día, le tocó el timbre un empleado de mantenimiento que nunca había visto y le dijo que las canaletas de su casa debían limpiarse y que era posible que necesitara un nuevo techo.   Como no tenía a nadie que la ayudara con estas tareas, Shirley le pagó 500 dólares para que limpiara las canaletas y otros 10,000 dólares como pago inicial para un nuevo techo.  Nunca volvió a ver al hombre.  Le contó a un vecino lo que había sucedido y el vecino se contactó con Servicios de Protección del Adulto (APS), las fuerzas del orden público local y la agencia de protección del consumidor estatal de la oficina del Secretario de Justicia.


Explotación financiera (ardid de la lotería) por parte de un extrañ

Armando, 78, se emocionó muchísimo cuando lo llamó alguien de la lotería para confirmar que había ganado 10,000 dólares.  La persona que lo llamó le dijo que enviaría el dinero después de que Armando enviara el pago del ganador de 500 dólares.  Pensando únicamente en lo que haría con las ganancias, transfirió el “pago del ganador” de 500 dólares a la dirección indicada por la persona que llamó.  Como no recibió las ganancias prometidas de la lotería después de un mes, se contactó con la Comisión Federal de Comercio (FTC).

 

¿Le sucedió esto a usted o algún conocido?

  • ¿Alguien ha tomado o gastado su dinero sin su permiso?
  • ¿Alguien ha vendido o usado cosas que le pertenecían sin su permiso?  Esto podría incluir sus tarjetas de crédito o bancarias, sus cheques, sus pertenencias personales o sus documentos.
  • ¿Alguien le ha hecho firmar documentos legales que usted no comprendía?
  • Alguien lo(a) ha obligado, convencido o engañado para que le diera algo que le pertenecía? Esto podría incluir una cuenta bancaria, una tarjeta de crédito, la escritura de una casa, pertenencias personales u otros documentos.
  • ¿Alguien se ha hecho pasar por usted para obtener bienes o dinero?
  • ¿Alguien le ha negado dinero que le pertenecía a usted? 
  • ¿Alguien no le ha permitido que use su propio dinero o le ha negado información sobre su dinero?

Las señales de advertencia de explotación financiera incluyen:

  • Cambios repentinos en una cuenta bancaria o en prácticas bancarias, lo que incluye la extracción sin explicación de grandes sumas de dinero por una persona que acompaña al anciano
  • La inclusión de nombres adicionales en la tarjeta de firma bancaria de un anciano
  • La extracción no autorizada de fondos del anciano utilizando la tarjeta de cajero automático del anciano
  • Cambios abruptos en un testamento u otros documentos financieros
  • El desaparecimiento de fondos o posesiones valiosas sin explicación
  • El suministro de cuidados de baja calidad o cuentas impagas a pesar de la disponibilidad de recursos financieros adecuados
  • Se descubre que se ha forjado la firma del anciano para transacciones financieras o para títulos de sus posesiones
  • El aparecimiento repentino de parientes con los que no se tenía contacto anterior, que reivindican sus derechos a las posesiones o propiedades del anciano
  • La transferencia repentina y sin explicación de activos a un familiar o una persona ajena a la familia
  • El suministro de servicios innecesarios
  • La queja de un anciano de que es objeto de explotación financiera.