Declaración de la misión

Los fiscales de los Estados Unidos se desempeñan como los principales litigantes de la nación bajo la dirección del Fiscal General. Hay 93 fiscales de los Estados Unidos adscritos en los Estados Unidos, Puerto Rico, las Islas Vírgenes, Guam y las Islas Marianas del Norte. Los fiscales de los Estados Unidos son nombrados por el Presidente de los Estados Unidos y sirven a su discreción, con el asesoramiento y el consentimiento del Senado de los Estados Unidos. Se asigna un fiscal de los Estados Unidos a cada uno de los distritos judiciales, con la excepción de Guam y las Islas Marianas del Norte, donde un solo fiscal de los Estados Unidos presta servicios en ambos distritos. Cada fiscal de los Estados Unidos es el principal funcionario federal encargado de hacer cumplir las leyes de los Estados Unidos dentro de su jurisdicción particular.

Los fiscales de los Estados Unidos realizan la mayor parte del trabajo en los juicios en los que los Estados Unidos son parte. Los fiscales de los Estados Unidos tienen tres responsabilidades legales en virtud de la sección 547 del Título 28 del Código de los Estados Unidos:

El procesamiento de los casos penales iniciados por el gobierno federal;

El procesamiento y la defensa de casos civiles en los que los Estados Unidos son parte;

El cobro de deudas contraídas con el gobierno federal que sean administrativamente incobrables.

Aunque la distribución del número de casos varía según el distrito, cada uno tiene todas las categorías de casos y maneja una mezcla de litigios simples y complejos. Cada fiscal de los Estados Unidos ejerce una amplia discreción en el uso de sus recursos para promover las prioridades de las jurisdicciones locales y las necesidades de sus comunidades. Se ha conferido a los fiscales de los Estados Unidos plena autoridad y control en las áreas de administración de personal, administración financiera y adquisiciones.